La coordinadora del IAM explicó en el instituto la importancia que tiene acabar con los estereotipos existentes fruto de prejuicios sociales y que pueden condicionar el desarrollo de cualquier persona simplemente, por cuestión de sexo. “Hay que eliminar los prejuicios desde las escuelas y las familias para que nuestros hijos puedan tomar decisiones en el fututo con total libertad y sin estar condicionados por ser hombres o mujeres”, señaló.
También incidió en la conveniencia de alcanzar un reparto equitativo, tanto de las tareas domésticas como del tiempo, para evitar perjuicios laborales en la mujer. De igual modo, apostó por la implicación de padres y madres en la educación y por tratar de forma igualitaria a hijos e hijas.
Juana Baena recordó que todos estos elementos deben trabajarse tanto en las familias como en las aulas para conseguir acabar con la discriminación, y es que esta, puede tener consecuencias tan graves como la violencia de género. La responsable del instituto de la mujer explicó que los hijos que ven violencia en casa pueden acabar asumiendo roles de agresores o víctimas en un futuro, influyendo además en el desarrollo social de los mismos e incapacitándolos para actuar en determinadas situaciones con libertad.