La alcaldesa ha informado de que los trabajos han requerido una inversión que ronda los 600.000 € y que se han financiado entre varias administraciones: un 43´43% el Gobierno central, un 21´11% la Junta de Andalucía, y un 35´46% el Ayuntamiento, a lo que habría que sumar la financiación de un estudio geotécnico valorado en unos 106.000 € y financiado conjuntamente por la Junta, la Diputación y el consistorio. Juana Baena ha confirmado a su vez, que parte importante de la inversión ha tenido que ser anticipada por el Ayuntamiento, lo que ha ocasionado algunos problemas de liquidez en el consistorio, aunque se espera que las aportaciones comprometidas lleguen cuando se termine de certificar la obra.

En términos similares se ha pronunciado el subdelegado del Gobierno, destacando que conjuntamente se haya podido solucionar el problema de seguridad que suponían los movimientos de tierra.
La delegada del Gobierno de la Junta en Córdoba y el diputado provincial de Cooperación, además de agradecer la participación de todas las administraciones y el trabajo técnico realizado, han resaltado el trabajo del anterior equipo de gobierno local, que con urgencia contactó con las instituciones para buscar una solución a los deslizamientos en cuanto se sucedieron, así como del equipo de gobierno actual por seguir dando prioridad a esta actuación, valorando que siempre se ha contado en este asunto con el apoyo de toda la corporación municipal.
El director técnico de la obra, Luís Dugo, ha comentado que los trabajos de estabilización de la ladera han consistido en realizar, por encima del deslizamiento, una barrera hidráulica a través de pozos drenantes con drenes californianos, ejecutando además en el pie del deslizamiento, una pantalla de pilotes de un metro de diámetro y dieciséis metros de profundidad, alcanzado una longitud aproximada de 120 metros, lo que equivale a unos 80 pilotes. Al mismo tiempo, la diferencia de cota entre las casas afectadas y la pantalla de pilotes se ha salvado mediante un muro de escollera que permite el drenaje y minimiza las posibilidades de pequeños deslizamientos.
Fue en febrero de 2010 cuando tras intensas lluvias, los movimientos de tierra de la ladera de la Oreja de la Mula alertaron al consistorio e incluso hicieron que fueran desalojadas tres familias de la Avd. de la Constitución. Conforme fueron avanzando los trabajos estas familias regresaron a sus casas. Actualmente, hay abiertos algunos contenciosos por este tema, entre ellos, los propietarios de la casa rural de Buenavista y de dos viviendas de la Avd. de la Constitución han interpuesto un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento por reclamación de responsabilidad patrimonial.