La guardería de Doña Mencía ya es centro neurálgico de juegos y aprendizaje para los niños de entre cuatro meses y tres años del municipio. No obstante, estos primeros días del curso 2012-2013, en la calle San Pedro Mártir continúan produciéndose retenciones por llantos en la hora punta de cada mañana. Las aulas abrieron para los más pequeños este lunes y desde entonces viven un periodo de adaptación en el que progresivamente las lágrimas irán dando paso a las risas. Este periodo también lo viven las familias y las educadoras, quienes admiten que el primer mes es el más complicado del curso, aunque después de este tiempo, todo mejora. De hecho, ya hay hasta algunos primerizos, en este centro infantil, que han descubierto que esto de la guarde no está tan mal y se dejan ver entusiasmados con camiones, pelotas y muñecos. A su vez, los que ya asistieron a este centro el año pasado, están más tranquilos, pues saben que les esperan meses de juegos, canciones y aprendizaje. Antonia María Muñoz es la directora de la guardería y para facilitar la adaptación de los niños, ha aconsejado a los padres que hablen a sus hijos en positivo de este centro infantil, destacando el cariño que se les va a dar, los juegos que van a tener o que la comida esta rica.
Como en cursos anteriores, hay 53 niños y niñas matriculados en la guardería menciana, estando por lo tanto todas las plazas cubiertas. Los pequeños se dividen por edades en cuatro aulas, cinco cuando se pone en funcionamiento la guardería temporera, y son cuidados por cuatro educadoras titulares de cada clase, más dos de apoyo.
Los más madrugadores entran a las 7´30 horas y desayunan en el centro, mientras que los demás entran a las 9´30. A partir de un año realizan actividades curriculares, comenzando con un cuento motivador diario sobre el que trabajan conceptos, colores... También desarrollan actividades de psicomotricidad como puzzles, juegos con plastilina o pintura. Igualmente, se divierten en el patio y comen juntos, saliendo a las 13´45 horas los que no se quedan a dormir la siesta. Los que sí, continuarán la tarde después con diversas actividades lúdicas.
Antonia María Muñoz ha resaltado que la guardería les facilita la relación con otros niños, permite que los pequeños se hagan más autónomos y mejoren con más rapidez el lenguaje. Además, en ella tienen que comer de todo e incluso se les quita pronto el chupete y los pañales.
Las dos cocineras del centro son las encargadas de preparar los menús diarios que programan con ayuda de una pediatra. Para hoy por ejemplo, habrá de primero arroz con pescado y de segundo jamón cocido y ensalada. Mañana tendrán lentejas, pescado frito y ensalada y el viernes, macarrones y tortilla con ensalada, siempre terminando con postre de fruta y yogurt. Según informaban las cocineras, lo que más éxito tiene son los fideos, los macarrones y las albóndigas de puchero, mientras que lo que menos les gusta son los garbanzos.