Está a punto de cumplirse un año del fatídico terremoto que asoló Haití, dejando más de 220.000 muertos y a numerosas familias sin nada. Un país devastado que en breve va a poder palpar el grano de arena que los vecinos de Doña Mencía quisieron aportar para colaborar con la compleja reconstrucción de un país que ya estaba mal antes del seísmo.
Los 24.600 euros que recaudó el proyecto ciudadano “Doña Mencía con Haití” van a permitir que a principios de febrero comience la construcción de “La Escuela de la Esperanza” en Palmis Tampé. Este municipio está situado en una zona montañosa, muy deforestada, a dos horas y media de Puerto Príncipe. Esta población está considerada como la 130 más pobre de las 133 localidades o comunas existentes.
La cuantía recogida por “Doña Mencía con Haití” fue entregada a finales de noviembre a la ONG Cesal para la construcción de un colegio que permitirá a los niños y niñas de la zona tener acceso a una formación reglada. Se trata de una entidad que lleva tres años trabajando en la zona haitiana de Fond Verrettes, mejorando las técnicas agrícolas y proporcionando acceso a agua potable para los habitantes, entre otros asuntos.
La obra de la escuela se prolongará durante cinco meses. El edificio contará con un patio porticado, cuatro aulas equipadas con pupitres, asientos, pizarras y cuadernos para los alumnos. Además, previsiblemente, será el núcleo de un futuro centro social que Cesal tiene intención de construir si obtienen más aportaciones. De este modo, junto a la escuela se podría crear una biblioteca y algún tipo de instalación deportiva con el objetivo de que los beneficiarios dispongan de un lugar de encuentro y reunión.
Sobre todo ello ha informado el cooperante de Cesal e ingeniero de montes Jorge Calero en su visita a Doña Mencía, donde se ha reunido con los coordinadores del proyecto solidario menciano. Él ha estado este lunes en la localidad y el próximo viernes volverá a Haití, donde reside desde el mes de marzo. Jorge Calero ha explicado que han sido los propios vecinos de Palmís Tampé lo que han pedido que se construya una escuela, pues según comentaba, para ellos es fundamental que los niños tengan acceso a una educación para poder optar a un futuro mejor. “Tras el ciclón Thomas, que arrasó todos los cultivos, los agricultores estaban muy preocupados porque no iban a tener dinero para llevar a sus hijos a la escuela. Eso demuestra lo que valoran la formación,” señalaba.
El cooperante de Cesal en Haití también ha informado de las variaciones en el proyecto inicial de la escuela, cambios originados porque en noviembre de 2010 salió una normativa del ministerio de Educación sobre construcción de centros escolares que exige determinadas medidas para estos centros. Por este motivo, el colegio tendrá cuatro aulas de 30 metros cuadrados, en vez de seis de menor tamaño.
Jorge Calero ha resaltado que el 2010 ha sido un año especialmente difícil para los haitianos, pues tras el periodo de emergencia por el terremoto, pasó por el país el ciclón Thomas, se extendió el cólera acabando con la vida de más de 3.500 personas y actualmente, el país también está afectado por la inestabilidad política predominante y por el proceso electoral en el que está inmerso.
Desde Cesal se ha agradecido a todos los vecinos, a los colectivos de este municipio y de localidades cercanas y al Ayuntamiento la colaboración aportada a través de “Doña Mencía con Haití” y el hecho de que hayan querido involucrarse e intentar mejorar las cosas en este país del Caribe.
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Os recomendamos un artículo sobre Fond Verrettes pulicado en el diario El Mundo.