
Esta tradición se celebra en distintos puntos del mundo, aunque es la primera vez que se lleva a cabo en Doña Mencía, donde ha sido recibida de manera positiva, pues fueron muchos los mencianos que salieron a la calle con sus animales domésticos. Onda Mencía habló con algunos de ellos y coincidían en señalar a sus mascotas como un miembros más de la familia.
Para D. José Enrique fue un acto bonito porque fomentó la convivencia entre la gente mientras se enseñaban sus mascotas. Además, insistió en que hay que cuidar y proteger a los animales y señaló que este evento sirve también para recordar la figura de San Antonio, un monje cristiano que nació en el alto Egipto y del que se cuenta, pasó muchos años de su vida en el desierto. Precisamente, se dice que allí convivió y cuidó de muchos animales. Por ello, se le considera el gran protector de los animales domésticos y de granja y también, el primer fundador de la vida monacal.