
El encargado de cocinar el sábado fue Manuel Vilches, quien comentó que con apoyo de la Junta de Andalucía, la ONG Cesal está llevando a distintos puntos de la región el proyecto denominado "Haití tierra de esperanza" para difundir la importancia de la sostenibilidad medioambiental en países en vías de desarrollo como Haití, donde la deforestación, la falta de productividad de las tierras de cultivo y el deterioro del medio ambiente son problemas muy graves. "Las cocinas solares evidencian el poder de la transformación de la energía solar", resaltaba. Estas cocinan tienen forma parabólica y son capaces de focalizar el calor en un recipiente. Además en la Avenida del Laderón se asaron boniatos en un horno capaz de acumular el calor del sol en una cámara interior. Y a su vez, los asistentes dibujaron utilizando la fuerza del astro rey gracias a un pequeño campo fotovoltaico que alimentaba un plato girador con el que se fue dando forma a curiosas pinturas compuestas a partir de circunferencias. Toda una demostración en definitiva, de distintos aprovechamientos de una energía limpia como es la que produce el sol.