jueves, 4 de junio de 2015

LA DONACIÓN DE ÓRGANOS SALVA VIDAS COMO LA DEL MENCIANO JESÚS GÓMEZ

Los seres humanos tenemos la posibilidad de salvar muchas vidas y no necesitamos poderes especiales, solo tenemos que hacernos donantes de órganos y tejidos. Este gesto altruista permite que numerosas personas que necesitan un trasplante, sigan viviendo o mejoren su calidad de vida. La fórmula es sencilla: cuantos más donantes existan, mayor será el número de personas que podrán salvarse.
Un ejemplo de la importancia que tiene este gesto, lo tenemos aquí en Doña Mencía, en el vecino Jesús Gómez. Cumplirá cuatro años el 13 de septiembre y con menos de un año de vida tuvo que someterse a un trasplante de siete órganos en el Hospital La Paz de Madrid: intestino delgado, grueso, colon, páncreas, hígado, estómago y duodeno. Jesús nació con la enfermedad de Hirschsprung, la cual se caracteriza por la obstrucción intestinal que produce. Su madre, Carmen López, todavía recuerda las operaciones que se sucedieron en el Hospital Reina Sofía de Córdoba a los pocos días de que naciera, hasta tres en una sola semana. En enero de 2012, cuando solo tenía cuatro meses, lo derivaron tras otra intervención al hospital de La Paz y allí lo incluyeron como candidato de trasplante multivisceral. Carmen recuerda también como la solución empezó a llegar el 22 de agosto de 2012, tras haber estado otros 25 días ingresado. Esa tarde recibieron la llamada que les avisaba de que había un donante y debían desplazarse inmediatamente a Madrid. Tras ocho meses en lista de espera, a las 21´30 horas, Jesús ingresó en el Hospital de La Paz y a las 12 de la noche entró en quirófano, comenzando la intervención cuando llegaron los órganos, a las dos de la madrugada. Jesús salió de quirófano a las 11´20 de la mañana. Pero ese mismo día por la noche tuvo que ser intervenido por una hemorragia que terminó de subsanarse en otra operación cuatro días después. Tras mes y medio, Jesús empezó a remontar y el 8 de octubre subió a planta, donde se hizo realidad su mejoría. En noviembre de ese mismo año Jesús volvió a Doña Mencía. Un donante de una semana le había salvado la vida.
Carmen López ha confirmado hoy en Onda Mencía que actualmente, la evolución de Jesús es buena, acude a un colegio de Castro del Río preparado especialmente para ayudarle a recomponerse del proceso hospitalario que ha vivido y disfruta jugando como cualquier niño. Carmen ha mostrado además su agradecimiento a la Asociación Nupa por la ayuda que les aportaron en Madrid, donde ofrecen a las familias pisos de alojamiento, así como la posibilidad de compartir experiencias, transmitiéndoles mucho ánimo. Carmen resaltaba que ha conocido a muchos niños que se han salvado gracias a la donación, por lo que ha apelado a la solidaridad de todos los vecinos para que se hagan donantes "porque hace mucha falta". "A mi niño lo han salvado, si esa madre no hubiera querido que se donaran los órganos de su hijo, mi niño no se habría salvado", comentaba la madre de Jesús.

Estos días se está conmemorando en Córdoba la Semana del Donante con diversas iniciativas que recuerdan la importancia de esta acción. Puede ser donante de órganos toda persona que en vida, decida que a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Sin embargo, pese al deseo de ser donante, será el equipo médico correspondiente el que, una vez realizadas todas las pruebas necesarias, dictamine si el fallecido puede ser donante y de qué órganos.
Cualquier persona puede dar a conocer su decisión de donar sus órganos si tiene la Tarjeta de Donante y ha informado a sus familiares de ello, o si así lo ha indicado en el Registro de Voluntades Vitales Anticipadas. Para más información al respecto las personas interesadas pueden preguntar en el centro de salud o acceder a la web de la consejería de Salud.
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En la imagen superior, Jesús tras ser trasplantado en La Paz junto a su padre, Paco Gómez.