Tres familias de Doña Mencía llevan ya una semana desalojadas debido a los movimientos de tierra de la ladera de la Oreja de la Mula. Sus catorce integrantes se están realojando en pisos de alquiler costeados por el consistorio, pero continúan muy preocupados por la gravedad de los corrimientos del terreno y por la lentitud de las actuaciones. Durante unos días se ha descargado tierra de los muros de contención que hay junto a las casas, pero 
actualmente no se está haciendo nada en la zona para evitar que la situación de estos muros empeore. El ayuntamiento sigue buscando financiación para el estudio geotécnico de la zona y se espera recibir pronto el informe de los técnicos del ministerio de Fomento que indique los siguientes pasos a seguir.Mientras tanto, los vecinos apelan a las administraciones supramunicipales para que pongan los medios que permitan frenar los efectos de los corrimientos. José Montes informaba hoy de que no descartan movilizarse para pedir que se les escuche. Pide que entiendan que peligran sus casas y la z
ona de Buenavista. Según comentaba, hace 40 días que empezaron a notar los primeros corrimientos en la zona y la ladera está moviéndose unos 25 centímetros diarios. Aproximadamente hay tres hectáreas en permanente desplazamiento, el cortijo de Buenavista ha perdido partes de varios laterales y los muros de contención de las casas que hay en la Avd. de la Constitución están muy afectados. Hay uno tumbado, otro cayó derrumbado entero hace dos días y ya se aprecian fisuras en el resto. Las familias afectadas temen que la lade
ra se lleve sus viviendas por delante y que afecte a otras casas del barrio. “Me temo lo peor por lo que nos han comentado los especialistas que han venido,” comentaba José Montes.Los vecinos han pedido además al ayuntamiento que políticos, técnicos y afectados formen una comisión de urgencia para tratar sólo este problema y ponerle solución de forma unánime.
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Foto 1: Cortijo de Buenavista
Foto 2: Parte de la ladera
Foto 3: Muro de contención en el patio de José Montes
Foto 4: El resto de los muros de las casas desalojadas
