La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Esperanza conmemoró el viernes con un acto en la Casa de la Cultura el 50 aniversario de su fundación. Fue un emotivo evento en el que se recordaron algunos de los momentos vividos en su medio siglo de historia y en el que se presentó el cartel de esta efeméride, obra de Manuel Cubero Baena. Rosa Cantero, miembro de la junta directiva de la cofradía, fue la encargada de presentar este acto en el que también intervinieron Francisco Amores, único hermano fundador en vida, José Luis Alguacil, actual Hermano Mayor y el capataz Francisco Antonio Amores. Destacó a su vez el repertorio de marchas que tocó la Agrupación Musical Virgen de la Soledad en una noche, en la que por unos instantes se recuperó el sonido de las gaitas de la antigua banda. Los actos de este 50 aniversario continuarán el sábado 2 de junio con una solemne eucaristía y procesión extraordinaria por las calles de Doña Mencía.
Fue en 1958 cuando Josefa Campos Roldán adquirió la imagen de la Virgen de la Soledad. Desde ese año y hasta 1962 la Agrupación de Acción Católica se encargó de organizar la procesión hasta que un grupo de jóvenes decidió formar la cofradía. La primera junta de gobierno la formaron Rafael Amores, quien actuó como presidente, Antonio Jiménez Urbano, José Luque Roldán, Manuel Gómez Segura, Francisco Cubero Arévalo y Francisco Amores Priego. La idea de formar una cofradía fue trasladada al entonces coadjutor Antonio Prieto Hurtado, que con su apoyo impulsó la puesta en marcha del proyecto con la captación de hermanos y elaborando unos estatutos provisionales. En octubre de 1.962, se llegó a un número suficiente de hermanos, se constituyó la primera asamblea general de fundación y se pasó al nombramiento de la primera junta de gobierno, que designó a las mismas personas que formaron la primera junta organizadora. La Cofradía realizó el Sábado Santo de 1963 su primera estación de penitencia. Fue en el año 1.964, al terminar la Semana Santa, cuando se acometió la empresa de dotar a la Cofradía de una banda propia. De ella destacaría la incorporación de las gaitas, cuya técnica fue desarrollándose con el esfuerzo de Francisco López Gómez y Juan Poyato Morales. En 2008 la banda desaparecería, naciendo tiempo después la vigente Agrupación Musical Virgen de la Soledad.