En su intervención, Baena señaló que se trata de tierras procedentes de la zona superior de dicha zona verde y que el movimiento del terreno, es en principio superficial, aunque debido a las precipitaciones, el escarpe producido ha llegado a la mencionada escollera, que se ha hundido en algunos puntos hasta 30 centímetros. La alcaldesa añadió que desde el Ayuntamiento se han puesto en contacto con el director técnico de las obras de la ladera, que continúan en periodo de garantía, quien ha confirmado tras la lectura de los inclinómetros, la superficialidad del movimiento detectado, si bien se ha advertido, que de producirse mayor intensidad de lluvias, podría ocasionarse un mayor problema y también aumentar el coste de la solución. De momento, la solución que se plantea es construir una nueva escollera en el parque, en la zona baja del talud.
La alcaldesa se ha reunido recientemente con la delegada territorial de Fomento, Mª Santos Córdoba, para pedirle que la Junta estudie la posibilidad de financiar está actuación y que se haga a través de la Empresa Pública de Suelo, estándose a la espera de respuesta.
De momento, el lunes comenzaron unos trabajos en la zona consistentes en el desmonte de la parte de la escollera afectada y en el apilamiento de las piedras en la parte de abajo del parque, con el fin de descargar de peso y presión esa zona de talud. Desde el Ayuntamiento se ha resaltado no obstante que el muro de contención está funcionando y que los indicadores de los inclinómetros muestran unos parámetros que apuntan a que la ladera está estabilizada.
Fue en noviembre cuando comenzó a detectarse una abertura en el terreno que hay por encima del parque con tierra bajando a dicha zona de ocio. Por aquel entonces, desde el Ayuntamiento, tras contactar con el director técnico de la obra y jefe de la Unidad de Ingeniería Civil de la Diputación, se apuntó a un problema de compactación del terreno, que debía haberse producido de forma natural y que no se produjo debido a las precipitaciones. Los técnicos aconsejaron entonces esperar a que pasaran las lluvias para levantar en la zona un muro que contuviera esas tierras. Ha sido tras Navidad cuando el desplazamiento de tierras en la zona ha crecido y se ha observado que la escollera ha descendido, recomendándose construir una nueva escollera en el espacio donde se iba a construir el muro.
Se entiende igualmente que se recompondrá la escollera actualmente afectada y a la que en esta semana se le ha estado quitando peso.