Más de 500 tractores y vehículos todoterreno participaron ayer en la caravana en defensa de unos precios justos para el aceite de oliva convocada por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Hacia las once de la mañana comenzaban a llegar a las inmediaciones de la salida Lucena Norte de la A-45, en la A-318, las caravanas de vehículos procedentes de Rute, Priego, Montilla y Doña Mencía, ocupando el arcén y uno de los carriles de la A-318, donde quedaron estacionados. Dos horas más tarde continuaban entrando vehículos, en medio de un impresionante despliegue policial, cuyo trabajo logró impedir que la concentración afectara gravemente al tránsito rodado. A la una de la tarde, unos doscientos agricultores, encabezados por los responsables regional, Agustín Rodríguez, y provincial, José Luis Gutiérrez, de UPA, cortaron la A-45 durante unos 15 minutos sin que se registrara ningún tipo de incidente. La marcha, bajo el eslogan Por el futuro del campo, precios justos para nuestros productos , se centró en la defensa de medidas que permitan defender el olivar tradicional y garantizar un precio mínimo aceptable para el aceite.
Según Gutiérrez, la situación actual, con precios de 1,65 euros por kilo de aceite de oliva virgen --un euro menos que hace un año--, es insostenible y pone en peligro la continuidad de muchas explotaciones, como lo demuestra el hecho de que en esta campaña mucha aceituna se vaya a quedar en el suelo o el árbol por el bajo precio de mercado del producto. Gutiérrez aseguró que la campaña se saldará con 140 millones de euros de pérdidas para los olivareros cordobeses, pérdidas que en zonas como la Subbética, el Guadajoz o la Sierra de Córdoba llegarán hasta los 700 euros por hectárea de cultivo. Para encontrar estos precios, señalaba Gutiérrez, "hay que remontarse a 25 años y en ese periodo se han multiplicado los costes de producción".
NUEVOS MECANISMOS Gutiérrez reclamó la ayuda de las administraciones para concentrar la oferta frente a las multinacionales que controlan el mercado, la puesta en funcionamiento de la interprofesional del sector, la entrada en funcionamiento de mecanismos de regulación de mercado como las subvenciones al almacenamiento para que las cooperativas no se vean obligadas a vender a cualquier precio o la aprobación de una ley del olivar consensuada por todo el sector. "No pedimos dinero, sino medidas legislativas que impidan que unos pocos controlen el mercado y nos permitan seguir viviendo de un cultivo que genera empleo y fija la población a nuestros pueblos", señalaba Gutiérrez.
Según Gutiérrez, la situación actual, con precios de 1,65 euros por kilo de aceite de oliva virgen --un euro menos que hace un año--, es insostenible y pone en peligro la continuidad de muchas explotaciones, como lo demuestra el hecho de que en esta campaña mucha aceituna se vaya a quedar en el suelo o el árbol por el bajo precio de mercado del producto. Gutiérrez aseguró que la campaña se saldará con 140 millones de euros de pérdidas para los olivareros cordobeses, pérdidas que en zonas como la Subbética, el Guadajoz o la Sierra de Córdoba llegarán hasta los 700 euros por hectárea de cultivo. Para encontrar estos precios, señalaba Gutiérrez, "hay que remontarse a 25 años y en ese periodo se han multiplicado los costes de producción".
NUEVOS MECANISMOS Gutiérrez reclamó la ayuda de las administraciones para concentrar la oferta frente a las multinacionales que controlan el mercado, la puesta en funcionamiento de la interprofesional del sector, la entrada en funcionamiento de mecanismos de regulación de mercado como las subvenciones al almacenamiento para que las cooperativas no se vean obligadas a vender a cualquier precio o la aprobación de una ley del olivar consensuada por todo el sector. "No pedimos dinero, sino medidas legislativas que impidan que unos pocos controlen el mercado y nos permitan seguir viviendo de un cultivo que genera empleo y fija la población a nuestros pueblos", señalaba Gutiérrez.